Iglesia de San Carlos Borromeo

Algunos dicen que es la iglesia más bonita en el norte de los Alpes.
Construida en estilo barroco, su impactante exterior deja a los turistas boquiabiertos desde que se finalizó en 1737. Aún así, tampoco te puedes perder su interior. Después de admirar los magníficos frescos y decoraciones puedes subir a la cúpula, de 72 metros, y disfrutar de las vistas.

Fíjate en los elementos romanos y griegos que ofrece el diseño de la iglesia. Las dos columnas con espirales en los dos lados, situadas en la entrada, están inspiradas en la famosa columna de Trajano, mientras que la entrada en sí está inspirada en los pórticos griegos.

Se dice que el emperador Carlos VI ordenó la construcción de esta iglesia por gratitud después de que una de sus plegarias fuese escuchada. Está dedicada a San Carlos de Borromeo, que vivió en el siglo XV.

Muchos conciertos de música clásica tienen lugar aquí normalmente los viernes y sábados. Uno de los más populares es la Réquiem, del famoso compositor austríaco Mozart, y también tendrás la oportunidad de escuchar las Cuatro Estaciones de Vivaldi.