Pompeya

Los cenizas volcánicas de 4 a 6 metros de profundidad enterraron y conservaron esta ciudad. Por este motivo, se trata de un paraíso para los arqueólogos y entusiastas de la historia, que acuden aquí para profundizar su conocimiento sobre la Edad Antigua.

Se cree que la ciudad se fundó en el siglo VI o VII a. C. Cuando se destruyó, tenía unos 11.000 habitantes, un gimnasio, un anfiteatro y un complejo sistema de agua. Tras la erupción volcánica, la ciudad cayó en el olvido de todos durante unos 1500 años, hasta que se redescubrió en el año 1599.

En la actualidad, esta atracción turística te permite ver en primera persona cómo solían vivir los ricos y los pobres hace cientos de años. Pompeya recibe unos 2,5 millones de visitantes al año.

Es recomendable contratar a un guía, pues esta área arqueológica puede ser bastante confusa. Hay varios trenes de alta velocidad desde Roma o Nápoles que llegan a Pompeya en poco tiempo.