Castillo de Wawel

Este hermoso castillo es uno de los símbolos más reconocidos de Polonia y se utilizó como la residencia del rey durante cientos de años. En 1993, se convirtió en un museo y en un espacio para restaurar y conservar obras de arte.

El castillo no tuvo una historia muy fácil. Sobrevivió a un gran incendio que destruyó la parte noreste y se abandonó en el año 1606 (después de que el rey trasladara la capital a Varsovia), por lo tanto, el castillo comenzó a deteriorarse de manera incontrolable. Durante la ocupación sueca en Polonia, hubo otro incendio que volvió a destruir el edificio. Además, robaron las insignias reales que se encontraban aquí.

Después de que el ejército austriaco le devolviera el castillo a los polacos, dejaron de utilizarlo como cuarteles y lo transformaron en un museo. En la actualidad, se compone de 6 "salas", una de las cuales es la Cueva del Dragón, la cueva más famosa de Polonia. Según una leyenda polaca, un dragón vivía en su interior.

Debes dejar las mochilas y las sillas de bebé en el guardarropa. No se permite la entrada de bicicletas y maletas de gran tamaño. El castillo se sitúa en lo alto de una colina, así que planifica tu visita si este aspecto te preocupa. Se tardan unos 10 o 15 minutos andando en llegar aquí desde la Plaza del Mercado.